Esta música se caracteriza por ser un baile cantado donde se conjugan canto baile y la ejecución del tambor alegre (hembra), acompañado de un tambor llamador (macho), principal por ser el que marca el contratiempo, posee tres aires bullerengue sentao, bullerengue chalupa y bullerengue fandango aires que expresan el universo femenino, los diferentes estados de la mujer, pubertad, embarazo, juventud, además de sus experiencias en la vida cotidiana, y es de esta manera como se expresan sobre toda una cultura costeña, con raíces africanas profundas y todo cuanto contiene esta cultura.
Según lo afirma Enrique Muñoz Vélez, historiador musical, “el bullerengue es un canto femenino que nació de las represiones contra los esclavos. A las mujeres sólo se les permitía hacer música sin la presencia de hombres, tal vez, esto permitió crear una forma musical netamente femenina”. El bullerengue se baila y se canta a través de la sensualidad de la mujer. El lento repicar del tambor, interpretado siempre por un hombre, se convierte en cómplice propicio para que la cantaora que lleva la voz líder inicie un baile suave pero delirante, en el que sus manos realizan provocadores movimientos sobre su bajo vientre y sus senos. Ella lleva la batuta de la melodía. Sus movimientos eróticos dan paso al repicar de las tablitas y de las palmas del resto del grupo. Una coreografía digna de ver. Todos los grupos están conformados por 20 ó 30 mujeres (casi todas entre 50 y 70 años), vestidas con coloridos trajes que al son del tambor, el alegre, los coros y las palmas, van dejando en el escenario una tradición de más de 100 años.
(Información e imagenes extraidas de notas sobre el festival nacional del Bullerengue)
Las músicas afrocolombianas son herederas de múltiples tradiciones del África occidental. Toques de tambor y de marimba, sonajeros y cantos eran utilizados por la gente africana para invocar a sus ancestros, celebrar los nacimientos y despedir a los muertos. Estas prácticas, creencias y saberes musicales, colmados de una profunda espiritualidad, también atravesaron el Atlántico.
Al igual que en África, la música sigue acompañando cada uno de los ciclos vitales de las personas afrocolombianas: festeja la vida, llora la muerte, se regocija en la buena cosecha, rememora la historia de resistencia, invoca a dios, incentiva el amor y exalta la sensualidad.
Las tonadas que mantienen herencias africanas exhiben una serie de características fundamentales: la primera, un marcado trasfondo mágico-religioso que está asociado con ceremonias rituales. Dentro de éstas se pueden destacar las prácticas fúnebres, los ritos asociados al nacimiento y las ceremonias de iniciación de los adolescentes. También se identifican por ser alegres y explosivas.
Los cantos afrocolombianos son de naturaleza individual y colectiva. Los segundos presentan un carácter ceremonial y son vitales para la reafirmación de la identidad cultural.
Por lo general, la interpretación de la música tradicional afrocolombiana está a cargo de conjuntos conformados por los cantadores (quienes efectúan el canto alternado de solistas y coro), los músicos para la ejecución instrumental y la participación de la concurrencia con batir de palmas y gritos. Los sonajeros y tambores son los instrumentos predominantes en dichas agrupaciones. Ellos son los encargados de producir variadas percusiones que constituyen la base tímbrica y rítmica del quehacer musical afrocolombiano.
En la música afrocaribeña la melodía está a cargo de los instrumentos de viento de ascendencia aborigen; el ritmo es marcado por los instrumentos de percusión y el canto está destinado a comentar episodios o sentimientos.
“la historia del desarraigo africano, que estaba hay, como el sonido de un rio, no podemos entender la música de Colombia, sin entender su historia. Las maracas son el aporte indígena y teñían un sentido sagrado, y los versos y elementos melódicos son europeos. Pero la columna vertebral de toda la música Colombiana viene del ritmo que le dio el Tambor. Todos los géneros nacionales fueron influidos por este elemento marginal”.
Mediante la liberación de nuestro movimiento abordamos la exploración del cuerpo como un todo, pero compuesto por muchas partes, cada una con múltiples posibilidades.
La Propuesta es indagar sobre nuestras tensiones y rigideces, para hacerlas concientes y liberarlas, y sobre nuestras posibilidades y facilidades corporales, para entablar un dialogo amable y valorativo de nuestro cuerpo, asumiéndolo como un vehiculo con una enorme capacidad expresiva. Partiendo de la premisa de que todos los cuerpos poseen su danza, solo que algunos necesitamos recordarla.
OBJETIVOS:
*Reconocer y explorar el peso del cuerpo, partiendo de lo general y yendo hasta lo más específico. Indagando en nuestro grado de conciencia referente al contacto con la tierra.
* Investigar en el propio ritmo y las variaciones que puede tener al dejarse influenciar por las distintas cadencias del sonido
*Activar y desbloquear los distintos centros energéticos del cuerpo para usarlos como ejes del movimiento.
*Abrir canales de escucha que permiten dejarse influenciar por la música y de esta forma descubrirse, no como alguien que se mueve virtuosamente, sino alguien que con un enorme disfrute es movido.
Sobre el curso: Elementos
*Trabajaremos en la desarticulación del cuerpo dándole gran importancia a la movilidad de la columna y la cadera y a los pies como raíz ancestral que nos contacta con la tierra.
*Por medio del trabajo con los elementos: agua, fuego, tierra, aire. Se explora con calidades de movimiento, cadencias y velocidades.
*Se Realizará un trabajo de investigación sobre la mitología y orígenes de las tradiciones folclóricas provenientes de la costa atlántica colombiana con el fin de indagar en los arquetipos que componen dichas danzas, para hacer uso de estas imágenes y encontrarle un sentido comunicativo y poético a cada una.
*Se abordara la extensión del movimiento, yendo hacia lo macro y hacia lo micro, para encontrar los impulsos que lo originan.
*Por último entraremos en los juegos de relaciones que nos presenta cada danza, abordando el papel de la mujer y el del hombre y jugando con las formas concernientes.
No se trata de aprenderlas y fijarlas, sino de entenderlas y apropiárselas como lenguaje, siempre con la premisa de que la relación es una relación de juego que debe permanecer vivo en cada momento.
Dirigido a:
toda persona que este interesada en hacer una búsqueda a partir del cuerpo en movimiento, tengan o no conocimiento previo.
Metodología:
* Las clases se inician con ejercicios de elongación para acondicionar el cuerpo al trabajo, luego se ve la temática del día, al final de los ejercicios hay un espacio corto de registro, donde cada persona habla sobre su vivencia específica y cerramos con un momento lúdico donde se baila libremente.
* Es importante traer ropa cómoda que no restrinja el movimiento (como jeans o camisas rígidas) y preferiblemente usar pantalones que dejen ver los tobillos.
